El filólogo Víctor García de la Concha fue designado por el Gobierno para tomar el mando del Instituto Cervantes y sustituir a Carmen Caffarel, que ocupaba el cargo desde 2011. García de la Concha contaba con el inestimable aval de su paso como presiente de la Real Academia Española, cargo que ocupó entre 1998 y 2010. Tras hacerse pública la noticia, el nuevo presidente del Cervantes declaró: “me enteré de mi nombramiento este jueves sobre las 8 de la tarde, durante el pleno semanal de la Academia, cuando me llamó el Ministro de Educación y Cultura, y acepté aunque digamos que no me he dado por enterado hasta que lo ha anunciado Soraya Sáenz de Santamaría tras el consejo de Ministros”. García de la Concha aceptó el cargo tras la negativa del escritor peruano Mario Vargas Llosa, reciente premio Noel de Literatura.
El nuevo presidente del Cervantes es Doctor en Filología y licenciado en Teología y un destacado erudito en literatura medieval, renacentista y contemporánea española. García de la Concha ocupa el sillón “c” de la RAE desde 1991, y entre 2005 y 2010 presidió también la Fundación del Español Urgente. En sus primeras declaraciones de intenciones como presidente apuntó a ahondar en la relación con América como pilar de la actuación del Cervantes, tal y como hizo cuando presidió la RAE. Precisamente gracias a esta forma de actuar y de entender la lengua y cultura españolas, considera que el Gobierno, que considera que el Cervantes “no es solo una institución española sino de toda la comunidad de hispanohablantes, porque sin duda en América es donde se habla el español más enriquecido. El Instituto es algo más que una escuela de idiomas para extranjeros», lo ha elegido como cabeza visible del Cervantes, institución que considera que "tiene como misión la difusión de la lengua española y de la cultura en español, y el Gobierno entiende que ahí tengo una experiencia acumulada muy amplia. Me pareció egoísta por mi parte no aceptar esa propuesta, dado que se entiende que yo puedo servir al país en ese sentido".