Responsables de la enciclopedia más antigua y prestigiosa en lengua inglesa han anunciado que cesan la publicación de su edición impresa y que, por lo tanto, sólo se podrá consultar en versión digital. De esta forma, se pone fin a una trayectoria de casi 250 años de reediciones impresas, desde que vio la luz la primera publicación en 1768 en la ciudad de Edimburgo.
Se consumió así un proceso que parecía irrevocable, cuando en 1981 ya apareciera una primera versión digital para un número reducido de suscriptores y, más tarde, en 1994, se publicara por primera vez una versión para Internet. Era difícil de mantener una versión impresa que ascendía a 1.072 euros (sus prestigiosos 32 volúmenes) por los 53 euros que costaba la suscripción on line. La obra se ha tenido que adaptar al camino más rentable para la editorial. No obstante, Jorge Cauz, presidente de la Enciclopedia Británica, también apuntó a motivos relaciones con la calidad que caracteriza a la obra de consulta: “La edición impresa se hizo más difícil de mantener y no era el mejor elemento físico para ofrecer calidad de nuestra base de datos y calidad de nuestra editorial”.