El escritor José María Merino y el cineasta José Luis Borau accedieron a la nómina de académicos de Real Academia de la Lengua Española. Borau ocupó el sillón 'B' vacante tras el fallecimiento del polifacético Fernando Fernán-Gómez. y José María Merino se quedó con el sillón ‘m’, anteriormente en posesión del prestigioso crítico literario Claudio Guillén, fallecido también en 2007. La candidatura de Borau fue respaldada por Antonio Fernández de Alba, Emilio Lledó y Antonio Mingote, mientras que la de Merino fue propuesta por Luis Mateo Díez, Arturo Pérez Reverte y Álvaro Pombo.
José María Merino (La Coruña, 1941) está considerado como uno de los cuentistas más destacados en lengua española y atesora numerosos reconocimientos y galardones, como el premio de la Crítica, el premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil, el premio Miguel Delibes o el premio Torrente Ballester de Narrativa. Merino declaró su enorme gratitud por pasar a formar parte de la prestigiosa institución, a la vez que afirmó que su llegada a la Academia había supuesto para él “cerrar gratamente un ciclo vital. En mi infancia empecé a descifrar el mundo de la realidad a través del diccionario, por un lado, y de los cuentos y novelas, por otro. Y esa pasión, que permanece intacta a pesar del paso del tiempo, me servirá sin duda para este nuevo cometido”.
Por su parte, José Luis Borau (Zaragoza, 1929) es también una de las personalidades más notables del mundo del celuloide en España, como lo demuestra su dilatada y laureada trayectoria: premio Goya por la dirección del filme Leo, Concha de Oro del Festival Internacional de Cine de San Sebastián por Furtivos, premio Nacional de cine 2002, presidente de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de España entre 1994 a 1998, y desde julio de 2007, presidente de la SGAE.